Propuesta de la Comisión Europea para reducir el desperdicio alimentario

La propuesta aborda medidas para mejorar la gestión de los alimentos en toda la cadena de suministro, promover la redistribución de alimentos no consumidos y concienciar sobre el problema del desperdicio alimentario. Además, incluye disposiciones para establecer objetivos vinculantes para reducir el desperdicio alimentario en los Estados miembros de la UE.

Aqui tenéis el enlace a la propuesta

Cómo afecta a España

La propuesta de reducción del desperdicio alimentario de la Unión Europea afectaría a España de varias maneras:

  1. Obligaciones legales: España estaría sujeta a los objetivos vinculantes establecidos por la UE para reducir el desperdicio alimentario, lo que requeriría acciones específicas y medidas de cumplimiento por parte del gobierno español.
  2. Cambios en la cadena de suministro: Las empresas y organizaciones en España que operan en la cadena de suministro de alimentos tendrían que ajustarse para cumplir con las regulaciones propuestas, lo que podría implicar cambios en los procesos de producción, distribución y gestión de residuos.
  3. Concienciación y educación: Se requerirían campañas de concienciación y educación en España para sensibilizar a la población sobre el problema del desperdicio alimentario y fomentar comportamientos más sostenibles en el consumo y la gestión de alimentos.

La propuesta de la UE afectaría a España al establecer obligaciones legales, impulsar cambios en la cadena de suministro y promover la concienciación sobre el desperdicio alimentario.

Cómo afecta a los productores de residuos

La propuesta de reducción del desperdicio alimentario de la UE, junto con la nueva ley española que entrará en vigor en 2025, podría tener varias implicaciones para los productores de residuos orgánicos en sectores como la hostelería, catering, colectividades, hoteles, hospitales, sector primario y supermercados:

  1. Mayor presión para reducir el desperdicio: Con la introducción de objetivos vinculantes y la amenaza de sanciones económicas, los productores de residuos orgánicos tendrán una presión adicional para reducir la cantidad de alimentos desperdiciados en sus operaciones diarias.
  2. Cambio en las prácticas de gestión de residuos: Los establecimientos en estos sectores deberán revisar y posiblemente reformular sus prácticas de gestión de residuos orgánicos. Esto podría implicar la implementación de sistemas de gestión más eficientes, como la separación en origen, el compostaje o la donación de alimentos no consumidos.
  3. Inversión en tecnología y formación: Para cumplir con las regulaciones y evitar sanciones, es probable que los productores de residuos orgánicos deban invertir en tecnologías y capacitación del personal para optimizar los procesos de gestión de residuos y minimizar el desperdicio.
  4. Fomento de la innovación y la colaboración: La necesidad de cumplir con los objetivos de reducción del desperdicio alimentario podría fomentar la innovación en soluciones de gestión de residuos y promover la colaboración entre diferentes actores de la cadena alimentaria para encontrar formas más efectivas de reducir el desperdicio.

Los productores de residuos orgánicos en sectores como la hostelería, catering, colectividades, hoteles, hospitales, sector primario y supermercados enfrentarán desafíos y oportunidades significativas debido a las nuevas regulaciones de reducción del desperdicio alimentario, lo que requerirá cambios en las prácticas de gestión de residuos y una mayor atención a la eficiencia y la sostenibilidad en toda la cadena alimentaria.ç

Nuestro consejo

  1. Evaluación de la situación actual: Realizaría una evaluación exhaustiva de las prácticas actuales de gestión de residuos en mi negocio para identificar áreas de mejora y determinar el nivel de cumplimiento con las regulaciones propuestas.
  2. Implementación de medidas de reducción del desperdicio: Desarrollaría e implementaría políticas y procedimientos para reducir el desperdicio alimentario en todas las etapas de la operación, desde la compra de alimentos hasta la preparación y el servicio.
  3. Formación del personal: Capacitaría al personal sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario, así como sobre las nuevas prácticas y procedimientos que se están implementando para cumplir con las regulaciones.
  4. Inversión en tecnología: Consideraría la inversión en tecnología, como trituradores de alimentos comerciales, sistemas de gestión de residuos inteligentes o software de seguimiento de inventario, que puedan ayudar a optimizar la gestión de residuos y reducir el desperdicio.
  5. Colaboración con proveedores y organizaciones locales: Trabajaría en estrecha colaboración con proveedores para minimizar el exceso de inventario y asegurar la calidad de los productos entregados. Además, establecería asociaciones con organizaciones locales para donar alimentos no consumidos a bancos de alimentos u otras iniciativas de redistribución.
  6. Monitorización y seguimiento: Establecería sistemas de seguimiento y monitorización para medir el progreso en la reducción del desperdicio alimentario y ajustar las estrategias según sea necesario.
  7. Comunicación con los clientes: Informaría a los clientes sobre los esfuerzos de mi negocio para reducir el desperdicio alimentario y les animaría a participar activamente en esta iniciativa, por ejemplo, ofreciendo porciones más pequeñas o fomentando la opción de llevarse las sobras.

Miguel Almendral