Restaurante ecologico
Concepto interesante, pues muchas personas pueden llegar a pensar que el concepto de restaurante ecologico, es el de aquel que sirve comida vegetariana, vegana, o que se esmera en servir alimentos producidos de forma sostenible. Y aunque esto es parte importante, puede llegar a ser una perversión del concepto ecología y sostenibilidad si nos quedamos ahí. ¿Es un concepto de marketing la ecología? ¿Hasta donde hay que hacer bien las cosas? Yo pienso que responde a una verdadera pasión por la conservación de nuestra naturaleza. Pasión y responsabilidad por conseguir un presente más saludable y un futuro mejor para quienes vienen detrás nuestro.
Los residuos inorgánicos suponen hasta un 60% del residuo total producido por un establecimiento. Deben ser separados según su composición y almacenados en lugares frescos, a la espera de poder realizar su depósito en los contenedores correspondientes. De no ser almacenados de esta forma, pueden ser focos de plagas. Su acumulación puede generar problemas de espacio. Sin embargo, si se sacan a los contenedores a horas no autorizadas, pueden acarrear multas por parte de los ayuntamientos que pueden llegar a los 750 €, según localidad. Hoy en España existen compactadoras de residuos inorgánicos que pueden reducir el volumen del residuo en un ratio de 6:1 para el papel y el metal. El cristal se trata con unas trituradoras de botellas y envases que permiten aumentar en 7 veces el espacio de almacenamiento.
Pero, ¿y el residuo orgánico? Este es el residuo más molesto para el restaurante ecologico y para la sociedad. Vamos a pararnos a pensar un poco que se hace con él. Hoy, los restaurantes y las grandes colectividades son los mayores productores de residuo orgánico de nuestra sociedad. Y este no se puede compactar. Normalmente se acumula al hacer de comer en cubos con bolsas dentro.
Pero ahí no acaba la mala gestión. . Una vez que se deposita en los contenedores, los residuos viajan a vertederos donde se depositan en camiones que generan un impacto en la huella del carbono excesivo y evitable. Los vertederos son un ejemplo de gestión antiecológica. Allí la proliferación de bacterias de la descomposición eleva la temperatura y comienza a entrar en el subsuelo, pudiendo llegar a contaminar los niveles freáticos. Enterrar residuos no los hace desaparecer.
Y las trituradoras proporcionan un residuo prefertilizante natural biológico y biodegradable con el que poder “alimentar” un pequeño huerto de producción propia. Este sí es el camino de la ecología y la sostenibilidad. Este sí el modelo de restaurante ecológico.